¿Qué tipos de Apraxia existen y cómo se rehabilita?

¿Qué tipos de Apraxia existen y cómo se rehabilita?

La apraxia es una alteración en la programación del movimiento intencional y, por tanto, en su realización, como resultado de una lesión cerebral, que no se explica por otros déficits perceptivos, sensoriales o motores. Aparece una disociación entre la idea (lo que quiere hacer) y la ejecución motora.

Esta alteración puede interferir en muchas de las actividades que llevamos a cabo en nuestro día a día por lo que es importante detectar el fallo y buscar una solución.

Podemos diferenciar distintos tipos de apraxia:

  • Apraxia ideomotora. Se define como la incapacidad de llevar a cabo movimientos voluntarios, simples y aprendidos, tanto por orden como por imitación, pero no cuando se hacen de forma espontánea. Por ejemplo, se observan dificultades para saludar o decir adiós con la mano, o ejemplificar cómo se usa una herramienta con mímica, cuando se pide que se realicen dichas acciones. La ejecución suele mejorar cuando se utiliza un objeto para llevar a cabo el movimiento.
  • Apraxia ideatoria. Es una alteración para ejecutar una secuencia de movimientos. La persona con este tipo de apraxia puede hacer los movimientos simples que forman parte de la secuencia, pero no los lleva a cabo en un orden correcto, reemplaza algún paso por otro similar o no completa la secuencia. Por tanto, la imposibilita para realizar acciones que requieran de varios pasos a seguir como: preparar una taza de café, abrir una botella y servir en un vaso o clavar un clavo en la pared.
  • Apraxia constructiva. Se refiere a dificultades en la planificación de acciones con las que se obtiene una construcción. Por ejemplo, al dibujar un objeto, completar un rompecabezas, construir de maquetas, modelar con barro…
  • Apraxia bucofacial. Consiste en una dificultad para realizar movimientos voluntarios con la cara, boca, labios o lengua, como respuesta a una orden. Como en el primer tipo, no se observa cuando se hace espontáneamente y el uso de un objeto suele mejorar la realización del movimiento. Algunos ejemplos de estos movimientos y gestos son: soplar, hinchar las mejillas, mostrar los dientes, sacar la lengua o expresar el llanto o la risa por mímica.
  • Apraxia del vestido. Supone una incapacidad para vestirse, que se manifiesta como una dificultad al manipular o colocarse las prendas o anudarse los cordones o una corbata, por ejemplo.

Autonomía

  • Apraxia de la marcha. Se trata de una alteración que afecta a los movimientos automáticos para iniciar la marcha y avanzar de forma coordinada. Si la persona está sentada, sí es capaz de mover sus piernas y realizar los movimientos de forma independiente, por ejemplo, levantando uno de los pies cuando se le pide.

Estas alteraciones pueden aparecer en algunos síndromes neurológicos como en la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Alzheimer, la demencia con cuerpos de Lewy o la demencia frontotemporal.

Al realizar la evaluación se hace una valoración completa y multidisciplinar, ya que hay que tener en cuenta otras funciones cognitivas o motoras implicadas en la ejecución de un movimiento voluntario y que podrían explicar las dificultades que presenta la persona.

 

Rehabilitación de las apraxias

Los programas de rehabilitación de las apraxias tienen como objetivo mejorar la capacidad de representar, simbolizar y ejecutar los movimientos aislados y las secuencias de estos. Para ello, se comienza con estímulos sencillos (utilización de objetos de uso cotidiano, dibujos simples) y movimientos simples (gestos familiares como saludar, levantar la mano) para ir aumentando la complejidad.

En función de cada tipo de apraxia se llevarán a cabo distintas tareas o actividades, puesto que los programas de rehabilitación son individualizados y adaptados, y, por tanto, los objetivos serán diferentes.

Para la rehabilitación de la apraxia ideomotora e ideatoria se utilizan tareas que implican el reconocimiento de los objetos y su utilidad y la manipulación de estos (hinchar un globo, cortar una cartulina), la imitación de gestos familiares (peinarse, saludar) o gestos sin significado (levantar un dedo o golpear la mesa con la mano) y el orden de imágenes de secuencias temporales.

Algunos ejemplos de actividades para la rehabilitación de las apraxias constructivas son el dibujo de patrones, la copia de dibujos o la realización de puzles.

En la rehabilitación de la apraxia bucofacial se pueden realizar actividades de imitación de movimientos bucofaciales (abrir y cerrar la boca, mover la lengua en distintas posiciones, sonreír juntando los dientes), de articulación de letras y palabras o imitación de sonidos conocidos.

Por último, en la apraxia del vestido se pueden utilizar tareas como abrochar botones, identificar prendas de ropa o directamente practicar el vestido.

En general, podemos decir que comenzaremos a realizar la actividad de forma fragmentada, utilizando los objetos cotidianos y siguiendo instrucciones simples. Comenzaremos el entrenamiento de tareas por imitación y posteriormente iremos añadiendo órdenes verbales para lograr la adquisición de la actividad. El último paso consistirá en la generalización del proceso de aprendizaje en el entorno habitual de la persona.

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